Desde la llegada de la selección argentina campeona del mundo a las 2 am hora de Buenos Aires que duró 2 horas del aeropuerto a la sede de la Asociación de Futbol Argentina (AFA), la multitud permaneció en las calles esperando un recorrido que fue anunciado para las 13 horas, que no logró culminar debido a la multitud de personas que no dejaban circular a la buseta que llevaba a los jugadores.
A mitad del recorrido, debido al gran calor y a lo incierto de la ruta, los jugadores fueron llevados a un helipuerto donde abordaron 2 helicópteros que sobrevolaron las avenidas principales en la ciudad, la avenida 9 de julio, el obelisco y otras arterias principales donde estaban la multitud.
Todo se llevó a cabo con total tranquilidad, sin nada que lamentar hasta el momento.
La euforia en las calles es total, personas de todas las edades no pararon de cantar, saltar y subirse adonde pudieran, en las luces de las calles, en la estación del metro bus, los puentes, los camiones, camionetas, una fiesta que nunca antes se había vivido en argentina, ni en las copas del 78 o el 86.
Las autoridades dieron a conocer que no fue necesario ninguna intervención policial, todo se llevó a cabo con la tranquilidad que amerita una fiesta.
El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino dió a conocer en su cuenta de twitter que fue el propio organismo de seguridad que los escoltaba que no les permitió seguir en la buseta, por motivos de seguridad.