Londres, 23 jul El metro de Londres atesora más de un siglo y medio de historia y no pocas curiosidades, a lo que se suman noticias recientes sobre la apertura de la línea Elizabeth, nombrada en honor de la reina Isabel II, y las huelgas de sus empleados.
Entró en funcionamiento el 10 de enero de 1863, en pleno apogeo de la Revolución Industrial, lo que lo convierte en el subterráneo más antiguo del mundo.
Según historiadores, la ruta pionera del proyecto que el diario The Times llegó a tildar entonces de “utópico” fue la Metropolitan Railway, que cubría el trayecto entre Farringdon y King´s Cross, en la zona norte de la ciudad.
A falta de las maquinas tuneladoras de estos tiempos, se excavaron grandes zanjas para colocar los rieles por donde correrían los trenes, justo debajo del nivel del suelo y cubiertos poruna estructura en forma de arco.
La introducción de las locomotoras eléctricas en sustitución de las de vapor en 1905 dio un impulso definitivo a un sistema de transporte que en la actualidad abarca una red ferroviaria de 408 kilómetros, de los cuales 181 están bajo tierra.
Por sus 275 estaciones pasan a diario un promedio de tres millones de personas, aunque no es el más extenso del mundo ni tampoco el más utilizado, pues tales “honores” les corresponden a los de Beijing y Shanghái, y Moscú y París, respectivamente.
“El Tubo” -como le llaman los ingleses- tiene, sin embargo, encantos propios, como los 20 segundos que toma recorrer los 260 metros que separan a Leicester Square y Covent Garden, en la línea Piccadilly, un trayecto convertido en toda una atracción turística por su brevedad.
A los amantes de las estadísticas les gustará saber que la estación de Waterloo, en la ribera sur del Támesis, cuenta con 23 escaleras mecánicas y es la más transitada en la hora punta de la mañana, debido a la llegada de miles de personas que se trasladan cada día desde los suburbios en los llamados trenes de cercanía.
Hay unas 40 estaciones abandonadas o fantasmas, algunas de la cuales son utilizadas como sets de filmación, y una de ellas, Aldwich, sirve de escenario para el nivel dos del videojuego TombRaider III.
El tabloide Metro, distribuido gratis en todo el servicio de transporte londinense, se hace eco también de supuestos fenómenos paranormalesen varias partes del subterráneo, alimentados por las numerosas fosas comunes encontradas durante las excavaciones,que datan de la era de la peste bubónica.
La gran cantidad de suicidios y víctimas mortales, tanto por accidentes como por asesinatos, ocurridos a lo largo de suexistencia contribuyen a dar pábulos a tantos reportes de apariciones fantasmagóricas.
Una vez en la superficie, el turista tiene la posibilidad de adquirir, a manera de recordatorio de su viaje en el tiempo, una camiseta con la inscripción “Mindthe Gap”, el estribillo constante que se escucha en el metro de Londres para advertirle a los viajeros que tengan cuidado con el hueco entre el andén y el vagón.
Agencia Prensa Latina