( El Mostrador) El nombre de Chile saltó a la palestra en Ginebra, en el reporte diario de la Organización Mundial de la Salud a nivel mundial. Hasta la fecha más de 430.000 muertes y más de 7.8 millones de casos de COVID-19 han sido reportados a la OMS, entidad que ha admitido su preocupación por la situación de América Latina.
Al comentar la situación de la región, el director del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan dijo que así como Latinoamérica ha sido el «punto candente» de la epidemia en las últimas semanas, desde hace algunos días hay otros países donde los casos también están aumentando fuertemente, como en el sur de Asia, Europa oriental y Asia central.
En este contexto sostuvo que “Brasil no puede ser señalado con el dedo, por ejemplo también hay aumentos importantes de casos en México y Chile», mencionando el caso de nuestro país que en las últimas semanas ha visto crecer exponencialmente el número de muertes y contagios.
De acuerdo con reporte oficial de hoy en Chile, hay 5.143 contagios, 4.660 de éstos con síntomas, alcanzando los 179.436 en total. En tanto, se reportaron 39 fallecidos, contabilizando 3.362 en total.
Brasil, en tanto, llega a casi 44.000 muertes y se acerca a 900.000 casos de la COVID-19, por lo que es el segundo foco más importante del mundo después de Estados Unidos.
Según estimaciones de Reuters, alrededor del 25% de los casos, o 2 millones de infecciones, están en Estados Unidos, pero el brote de más rápido crecimiento está en América Latina que ahora representa el 21% de todos los casos.
La alerta china
En la OMS también están alertas con los nuevos focos, sobre todo considerando que tomó más de 2 meses para que se reportaran los primeros 100.000 casos y durante las últimas dos semanas, se han informado más de 100,000 nuevos casos casi todos los días.
«Incluso en los países que han demostrado capacidad de suprimir la transmisión, todos deben permanecer alertas ante un posible resurgimiento», declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por eso preocupan los cien casos que se han confirmado en China, en el nuevo brote de coronavirus en el principal mercado mayorista de alimentos de Pekín.
El brote fue reportado por la autoridades la semana pasada, tras cincuenta días sin que la capital china informara de ningún caso de COVID-19.
El origen y el alcance de este brote se están investigando, dijo el responsable de la OMS, aunque ha trascendido que el virus fue detectado en una tabla de cortar pescado utilizada por un vendedor de salmón importado en el mercado de Xinfadi.
La responsable de la célula técnica para la gestión de la pandemia en la OMS, María Von Kerkhove, dijo que, aunque muchos países hayan conseguido reducir la transmisión del virus, «todos tienen que estar muy preparados» para afrontar un nuevo brote como el que se ha detectado en China.