Los resultados preliminares de las elecciones generales del domingo en Nicaragua sugieren que el actual presidente Daniel Ortega ha ganado por una abrumadora mayoría.
Los dio conocer el Consejo Supremo Electoral este lunes hacia las 3am (hora local) e informó que, con el 50% de las mesas escrutadas, su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtuvo un 74,99% de apoyo a nivel nacional.
Ortega se enfrentó con unos partidos políticos tildados de «colaboracionistas», con más de 30 líderes opositores presos, entre ellos siete precandidatos presidenciales. Y la comunidad internacional criticó duramente el proceso electoral calificándolo de «antidemocrático», «ilegítimo» y «sin credibilidad». El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió a los comicios como «pantomima».
De terminar este mandato, Ortega sumará 20 años consecutivos en el poder y un total de 29 años de gobierno.
Dirigió el país por primera vez tras el triunfo de la revolución (1979) cuando fue electo coordinador de la Junta de Gobierno en marzo de 1981; luego, en 1984 ganó las elecciones y entregó la presidencia en 1990.
Regresó en 2007 y desde entonces comanda el país.
Ortega lleva más tiempo en el poder que cualquiera de los Somoza, la dinastía que duró más de 40 años en Nicaragua y que el propio Ortega ayudó a derrocar.
Anastasio Somoza García fue presidente durante 16 años y sus hijos Luis Somoza Debayle y Anastasio Somoza Debayle gobernaron Nicaragua por casi 7 y 9 años, respectivamente.
Con esta cifra, en la historia de América Latina Ortega se colocaría solo por detrás de Fidel Castro, Porfirio Díaz, Alfredo Stroessner y Rafael Leónidas Trujillo.
Algunos analistas critican el llamado de la oposición a abstenerse de votar, ya que esta medida solamente favorece al oficialismo que cuenta con su llamado «VOTO DURO», y señalan que mientras la oposición se mantenga dividida no podrán derrotar al régimen.