Centro educativo fue cerrado por disconformidades con parte del cuerpo docente de la institución en horas de la mañana.
Padre de familia cerraron con candados las entradas del Centro Educativo de Barrio el Carmen en San Antonio de Escazú la mañana de hoy miércoles, los encargados de dicha revuelta alegaron que el centro daba malos tratos tanto para decentes, como para los jóvenes, y agregan que se mantienen en disconformidad con la directora al dictar una serie de decisiones que afirman los padres perjudican a sus hijos.
Los motivos principales son: las lecciones semanales que supone los estudiantes deben de recibir, no se imparten en su totalidad, los jóvenes reciben clases presenciales de lunes a miércoles, y de jueves a viernes reciben clases complementarias con duración de media hora, además el comedor escolar se encuentra cerrado.
La preocupación principal de los padres de familia es que sus hijos van demasiado atrasados con sus materias y tareas pendientes, y se ha perdido una cantidad importante de contenidos escolares desde que dio inicio la pandemia.
Según cuentan allegados al problema, el conflicto no es algo de ahora, sino que dichos padres de familia llevan una inconformidad con la directora del centro desde hace años, pero ahora con la pandemia las cosas empeoraron.
Tanto es así que el día de hoy, hubo un enfrentamiento e intercambio de palabras entre padres y directora, en horas de la mañana, vecinos de la comunidad tuvieron que llamar a Fuerza Pública y el Ministerio de Educación Publica (MEP) para que intervinieran en el conflicto.
La supervisora del MEP, Mónica Montenegro, afirmó que la directora del centro estudiantil fue trasladada del lugar, ya que estaba siendo agredida y amenazada verbalmente, tras varias horas de negociación con el cuerpo de padres, se llegó a una serie de conciliaciones para que el centro pudiera volverse a abrir en horas de la tarde, contando ahora con una serie de cambios en su reglamentación.
El centro educativo es muy importante para los niños de la zona, ya que atiende a más de 300 jóvenes, muchos de ellos en situaciones riesgo y vulnerabilidad.