El Gobierno de Panamá anunció este jueves que tomará medidas «contundentes» para frenar la ola migratoria que trata de llegar a Estados Unidos atravesando la inhóspita selva del Darién, en su frontera con Colombia.
«Lógicamente, Panamá debe tomar sus decisiones internas y externas y en los próximos días estará tomando medidas y acciones contundentes (para frenar el flujo migratorio). Hemos rebasado la capacidad de atenderlos (a los migrantes)», expuso Pino en conferencia de prensa, sin entrar en detalles.
Según datos oficiales, sin terminar el octavo mes del año, ya más de 307.000 personas han cruzado el Darién, una cifra superior a la de todo 2022, cuando 248.000 migrantes realizaron esa travesía.
«La comunicación y el manejo que ha tratado de darle Panamá (a la migración) a través de la cooperación internacional ha caído en oídos sordos, hay países del sur que no le están prestando la debida responsabilidad a este tema», se lamentó el titular panameño de Seguridad.
La frontera natural colombo-panameña, un tapón vegetal de 266 kilómetros de largo y 575.000 hectáreas de superficie, se ha convertido en un corredor para los migrantes que, desde Sudamérica, tratan de llegar a Estados Unidos a través de América Central y México.
Aunque la mayoría son venezolanos, seguidos de ecuatorianos y haitianos, las autoridades istmeñas, que han instalado albergues en la ruta junto a organizaciones internacionales, también detectan un número creciente de ciudadanos chinos.
El miércoles, representantes gubernamentales de 23 países reunidos en Ciudad de Panamá en el marco en la IV Reunión Plenaria de las conferencias regional y sudamericana sobre migraciones, firmaron un comunicado conjunto en el que reconocen la necesidad de generar acciones coordinadas para prevenir la migración irregular y perseguir a los traficantes de personas.
En abril Colombia, Panamá y Estados Unidos anunciaron una campaña conjunta para enfrentar las redes de tráfico ilegal de personas que operan en la porosa frontera colombo-panameña, una tentativa por acabar con el flujo migratorio en 60 días.
Fuente. (Sputnik)