(EFE).- El venezolano Carlos Vecchio, el representante de Juan Guaidó en EE.UU., se reunirá este lunes con altos mandos del Comando Sur para abordar cómo restaurar la democracia en el país latinoamericano, según informaron a Efe portavoces del diplomático.
Miembros de la oficina de prensa de Vecchio señalaron a Efe que se prevé que el encuentro se desarrolle finalmente en Washington, si bien grupos del exilio tuvieron información de que se realizaría en la sede del Comando Sur, en Doral (sur de Florida).
Según un tuit del delegado del jefe del parlamento venezolano, la reunión fue solicitada por Vecchio y siguiendo instrucciones de Guaidó.
El encuentro se efectuará tras la carta que Vecchio envió el pasado 11 de mayo (y que se hizo pública dos días después) a Faller y a quien confirma la disposición de Guaidó para «comenzar las conversaciones respectivas a la cooperación que ha sido ofrecida por su comando».
El objetivo, dijo Vecchio en Twitter, es «avanzar en planificación estratégica y operativa con el fin prioritario de aliviar sufrimiento del pueblo venezolano y restaurar democracia».
En su misiva, el enviado de Guaidó aseguró que «las condiciones en Venezuela empeoran, como consecuencia del régimen corrupto, incompetente e ilegítimo del usurpador Nicolás Maduro, las cuales trágicamente, tienen consecuencias sobre la seguridad nacional en Venezuela, así como en los países vecinos».
Este mismo mes, el almirante Faller se mostró dispuesto a conversar con el enviado de Guaidó sobre el apoyo de EE.UU. «a aquellos líderes de la Fuerza Armada Nacional que tomen la decisión correcta, que respeten a los Venezolanos y se restaure el orden constitucional».
El Comando Sur es el responsable de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Latinoamérica y el Caribe.
Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde el pasado enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconoce la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, Guaidó se proclamó presidente interino del país.
EE.UU. fue la primera nación, entre más de cincuenta, en reconocer a Guaidó como jefe de Estado y, desde entonces, ha tratado de presionar a Maduro con la revocación de visados a funcionarios venezolanos y sanciones a la empresa Petróleos de Venezuela (Pdvsa), principal fuente de divisas para Caracas.
Además, el presidente de EE.UU., Donald Trump, lleva meses insistiendo en que «todas las opciones», incluida la militar, «están sobre la mesa» para resolver la situación en Venezuela.
La reunión del lunes en Doral se da en medio de conversaciones de cara a un diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición, con intermediación de Noruega, si bien Guaidó ha enfatizado que ello debe conducir al «cese de la usurpación» que considera que hace Maduro de la Presidencia.
De hecho, el jefe del Parlamento venezolano aseguró el sábado durante un mitin que el Gobierno de Nicolás Maduro está «tan débil» que quiso «manipular» con un diálogo con la oposición.