Opinión

Tiempos de Violencia en Costa Rica

Ante nuestros ojos, con la conciencia social anestesiada, vemos el derrumbe de nuestra endeble democracia a pasos agigantados.

La vida humana se trueca en moneda de curso legal, con ella se trafica impunemente, los seres humanos somos tan solo fichas en el gran ajedrez de los intereses políticos, un peón que se mueve al antojo de quienes tienen el poder y usufructúan sin misericordia de lo que no les pertenece.

Costa Rica es un caos, sin rumbo fijo, es el resultado de nefastas acciones politiqueras de varios gobiernos, que al calor de la pasión y de espurios intereses a destajo han hecho trisas nuestra DEMOCRACIA, el actual no es la excepción.

Un poder judicial viciado, donde la justicia no es igual para todos porque no todos somos iguales, donde se subasta la impunidad al mejor postor, un cáncer de proporciones épicas.

Un pueblo convertido en un ovejerio que no tiene pastor, sin capacidad de raciocinio, que se conforma con las lentejuelas de los festivales, patas de caballos, cuernos de los toros, mejengas de barriada y conciertos de prostituido linaje.

Así las cosas, se divisa en el horizonte las nubes grises de la catástrofe, cabe el adagio popular que dice que en el mundo de los ciegos el tuerto es rey, sin responsables que asuman las consecuencias.

El mercado de las necesidades humanas está repartido, muchas son las causas, hemos abierto las fronteras para que el narcotráfico, el sicariato, el crimen organizado (y sin organizar también) hagan su festín.

El cadáver de la DEMOCRACIA yace a nivel nacional, los buitres del oportunismo sacian sus instintos sin pena ni gloria, junto con ella los Derechos Humanos también sucumben, ya podemos escuchar el lloro y el crujir de dientes, mientras tanto el pueblo sigue de fiesta…

Yolanda Gutiérrez Ventura

Escritora y Miembro de Derechos Humanos Costa Rica

Fundeprode Costa Rica

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