En el caso de Argentina, critica que las denuncias por «violencia doméstica» aumentaron 25% tras comenzar el confinamiento por Covid. Asimismo, el informe valoró el impuesto a la riqueza.
La mitad de los países democráticos sufren un deterioro de su sistema político, acentuado por la guerra en Ucrania y la crisis económica, según un informe publicado por IDEA International, el instituto internacional para la democracia y la asistencia electoral.
«Vemos ahora factores muy desfavorables para la democracia, que se acentuaron con las repercusiones de la crisis económica provocada por la pandemia y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania», dijo a a la agencia AFP el costarricense Kevin Casas Zamora, secretario general de este grupo de reflexión con sede en Suecia.
Quiénes son los países que más sufrieron la erosión de la democracia
Según el informe, aquellos países cuyo sistema democrático sufrió una mayor erosión son Estados Unidos, Brasil, Hungría, Polonia, India, Mauricio y Salvador.
El número de Estados con esta tendencia pasó de seis a siete respecto a la edición del año pasado del mismo tipo de estudio, después de que se le sumara Salvador.
Según Casas, el caso de Estados Unidos resulta especialmente preocupante.
La democracia norteamericana se agrieta a causa de la polarización política, los problemas institucionales y las amenazas a las libertades civiles.
«Ahora está claro que esta fiebre no bajó con la elección del nuevo gobierno» de Joe Biden, asegura el analista costarricense.
Según él, esto quedó reflejado en los niveles incontrolables de polarización y los intentos para «cuestionar la credibilidad de los resultados electorales sin ninguna prueba de que hubo fraude».
Estados Unidos, según Casas, también hizo «un evidente paso atrás» en materia de derechos para las mujeres y reproductivos, «lo que resulta excepcional, ya que la mayoría de países (…) avanzan en materia de derechos sexuales y reproductivos».
Qué pasa en Argentina
Como saldo negativo en contra de la democracia, el informe de IDEA internacional menciona que en el país «las llamadas de emergencia por casos de violencia doméstica aumentaron un 25 por ciento después de que comenzó el confinamiento».
Sin embargo, también detalla otros puntos a los que ubica como favorables para la democracia. Entre ellos, «la banca digital simplificada o mecanismos de afrontamiento para la vida en confinamiento (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile); observatorios para monitorear las compras o los gastos en salud relacionados con la pandemia (Argentina, Brasil); iniciativas para monitorear la legalidad y transparencia de las políticas, medidas y restricciones de Covid-19 (Argentina, República Dominicana, Nicaragua, Panamá)».
Asimismo, también valoró el impuesto a la riqueza o Aporte Solidario. «En Argentina, el gobierno impuso un impuesto temporal solidario sobre el patrimonio, según el cual quienes poseen activos por un valor mínimo de USD 3,4 millones pagan hasta un 3,5 % de impuestos sobre dichos activos. El dinero, que provino de los 12.000 más ricos de los 44 millones de habitantes de Argentina, se destinó a suministros médicos, alivio para pequeñas empresas, programas de ayuda social y suministro de gas natural a personas fuera de la red eléctrica», dice el informe.
Más autoritarismo
De los 173 países examinados en el informe, la democracia está en declive en 52 de ellos. Además, 27 degeneraron hacia un modelo más autoritario, un grupo de países dos veces más numerosos que aquellos que se democratizaron.
Cerca de la mitad de los regímenes autoritarios intensificaron su represión en 2022. Nicaragua, Afganistán, Bielorrusia, Camboya y las Comoras padecieron un «declive generalizado» de su modelo político.
El autoritarismo progresó en Asia, donde solo el 54% de la población vive en democracia, mientras que los países en África se muestran «sólidos» ante el riesgo de inestabilidad.
Oriente Medio continúa siendo «la región más autoritaria en el mundo«, diez años después de las Primaveras Árabes. Irak, Israel y Líbano son las únicas «democracias» en esta parte del mundo.
Cómo muere una democracia en el siglo XXI
Casi la mitad de las democracias europeas sufrieron un deterioro de su sistema durante los últimos cinco años.
«Las democracias siguen teniendo dificultades para equilibrarse eficazmente en entornos marcados por la inestabilidad y la ansiedad. El populismo continúa ganando terreno en el mundo, mientras que la innovación y el crecimiento se estancan o disminuyen», apunta el informe.
Los indicadores de «los sistemas democráticos cayeron en las dos últimas décadas y esto se convirtió en un asunto grave de nuestra época», afirma Casas.
Pese a «una tendencia general sombría», este analista «ve algunas luces de esperanza», como los movimientos sociales de los últimos años para pedir más derechos para las mujeres en América Latina o una mayor ambición en la lucha contra el cambio climático.
«También hay países como Irán donde la gente salió a la calle para pedir libertad, igualdad y dignidad», añade.
Revista Perfil