( ONU Noticias) La agencia de la ONU para la infancia apeló este viernes a la comunidad de donantes para financiar las tareas de apoyo y asistencia de 100.000 niños y niñas afectados por la explosión en el puerto de la capital libanesa el pasado 4 de agosto.
Diez días después del fatal estallido en el Líbano la representante adjunta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Líbano, Violet Speek-Warnery’s, explicó, vía telefónica, en rueda de prensa celebrada en Ginebra, que la cantidad solicitada asciende a 46,7 millones de dólares que se destinarán a las tareas de auxilio de los menores durante los próximos tres meses.
Speek-Warnery’s indicó que el plan incluye tres pilares esenciales: la seguridad de los niños, la rehabilitación de los servicios básicos esenciales y el apoyo a los jóvenes.
El apartado destinado a protección de los menores incluye:
- Atención a la salud mental y apoyo psicosocial para ayudar a los niños y a sus familias a recuperarse del trauma que incluye la creación de espacios adecuados para los menores en las zonas afectadas por la explosión.
- Servicios de protección de la violencia de género para menores y suministro de kits de higiene
- Donaciones de emergencia en efectivo para garantizar que las familias más vulnerables puedan satisfacer las necesidades básicas de sus hijos.
El restablecimiento de los servicios esenciales se efectuará con las siguientes especificaciones:
- Reparación de las instalaciones y sistemas de agua y saneamiento dañados ya que muchos hogares todavía carecen de agua potable para beber, cocinar y restablecer los cuidados personales.
- La rehabilitación de 16 centros de atención primaria de la salud dañados que atienden a 160.000 personas y el abastecimiento de insumos como equipos de protección personal para los trabajadores de la salud que combaten la pandemia de COVID-19.
- La reconstrucción de las escuelas dañadas y la garantía de continuar la enseñanza de los niños cuyos hogares fueron destruidos, ya sea en aulas o a distancia.
Por último, los fondos proporcionarán capacitación y recursos para dotar a miles de adolescentes con las habilidades necesarias – ya sea en carpintería, o en plomería o construcción – para participar en los esfuerzos de reconstrucción de su país.
La recuperación económica, principal objetivo del PNUD
Por su parte, la asesora en situaciones de crisis del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) explicó que antes de la explosión el organismo ya trabajaba en Líbano respondiendo a las necesidades masivas de los refugiados y las comunidades de acogida “y seguiremos a largo plazo, para ayudar a la gente del Líbano a recuperarse y reconstruir sus vidas y medios de vida”.
Rekha Das dijo que el PNUD lleva a cabo la evaluación de los edificios dañados en las zonas afectadas y analiza todo tipo de escombros, ya que parte de ellos, como los médicos y electrónicos, necesitan un tratamiento especial.
“Tenemos que averiguar lo que es peligroso y lo que no es, lo que puede ser reciclado y lo que no. Y si no puede reciclarse, ¿dónde se puede eliminar de forma segura? Líbano ya tenía una crisis de residuos sólidos antes del estallido. La explosión ha añadido otra dimensión a largo plazo a esta crisis”, manifestó.
Añadió que actualmente se desconoce la contaminación y el impacto ambiental que ha causado el siniestro en el mar Mediterráneo.
La experta destacó que la prioridad del PNUD es apoyar la recuperación económica y la protección social con la reactivación de las empresas y los medios de vida en las zonas más afectadas.
“Crearemos empleo, proporcionaremos subvenciones en efectivo y préstamos para la reactivación de pequeñas y medianas empresas de manera sostenible. En particular, para las muchas mujeres que han perdido sus medios de vida”, especificó.
La aparición de la pandemia del coronavirus agravó la crisis económica de Líbano. El año pasado cerraron más de 5000 fábricas y durante el año 2020 casi 800 restaurantes, que dejaron a decenas de miles de desempleados sin una red de protección social a la que acogerse.
El desempleo causado por la explosión del pasado martes se estima en 100.000 personas.