Desde horas de la mañana fueron miles de estudiantes y funcionarios de las universidades públicas que marcharon hasta casa presidencial para expresar su descontento por el el recorte de ¢129 mil millones al presupuesto de las universidades públicas propuesto por el Gobierno.
Según el gobierno el recorte no se da en temas de becas ni de funcionamiento logístico, sino en salarios, bonos y dietas de algunos funcionarios. Desde el discurso de la marcha se dice que esto atenta contra la educación universitaria.