(RTVE, Estados Unidos, 07/agosto/2019)
Un vecino de un barrio residencial en El Paso, uno de los dos lugares donde ocurrieron tiroteos el fin de semana anterior, cuenta que posee una colección de doce armas en su casa, la primera la compró su padre cuando él tenía veinte años debido a que no las venden hasta los 21 años de edad, a los 18 únicamente se pueden conseguir rifles o una escopeta. «A mí disparar me quita el estrés», declaró, y lo compara a una reunión con amigos en un bar.
Un carné de conducir, un comprobante de domicilio y no tener antecedentes violentos o problemas de salud en el pasado es suficiente para realizar una compra en una tienda de armas. Solo se comprueba el historial del comprador al momento que se compra el arma pero luego no hay seguimiento.
Los dueños de una tienda de armas en la zona de los tiroteos en Texas confirma que las ventas han aumentado en gran medida tras dichos tiroteos, sobretodo en hispanoamericano.
«Los hispanos somos el blanco ahorita, nunca pensé que tendría que agarrar un arma para proteger a mi familia, el presidente dijo que la persona que realizó los tiroteos tenía una enfermedad mental, obviamente que el racismo no es una enfermedad mental, es una decisión» dijo un ciudadano a favor de realizar más controles en la compra de armas.
Además, tras el tiroteo y a pesar de que en Texas está permitido llevar armas a la vista, en plena calle, los jóvenes armados se miran con más recelo.
