Managua, (EFE).- El vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, llamó hoy «amargados» a quienes rechazan a su esposo y presidente del país, Daniel Ortega, en medio de una crisis que ha dejado cientos de muertos en protestas contra el mandatario.
«Los puchos (pocos) amargados no pueden impedir que la mayoría trabajemos y avancemos en nombre de Dios», dijo hoy Murillo en su alocución diaria a través de medios del Gobierno.
Desde abril pasado, miles de nicaragüenses han salido a las calles a protestar contra Ortega, en el marco de una crisis que ha dejado entre 322 y 448 muertos, según organismos humanitarios, mientras el Gobierno cifra en 198 los fallecidos.
«El odio no tiene cabida en Nicaragua, nunca más, nunca más el odio, nunca más las tinieblas, nunca más la perversidad», agregó la vicepresidenta.
Las manifestaciones contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder.
En el marco de esa crisis, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de «asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias», lo que Ortega ha negado.