Al enterarse, Jovita Bonilla primero se sorprendió, luego, en los mensajes que envió al periódico, se le notó más que sorprendida, preocupada. Ella dice no entender cómo los tribunales son usados para mantener a una empresa operando a pesar de que se ha demostrado que pone en riesgo a los usuarios.
Doña Jovita se refiere a la decisión del Contencioso Administrativo de mantener en operación a la empresa Alfaro, en la ruta de bus entre Nicoya y San José.
Para ella, no es de recibo que se utilice a los tribunales para frenar resoluciones del Consejo de Transporte Público, pues ya la administración había determinado que otra empresa iba a operar la ruta a partir del 31 de agosto.
Sin embargo, una solicitud de medidas cautelares interpuesta por la empresa Alfaro, frenó la orden del CTP y ahora se debe dar un espacio a recibir alegatos y determinar si el CTP actuó bien o mal en avisarle a la empresa Alfaro en avisarle que debía dejar la ruta el jueves próximo.
La empresa Alfaro alega ante el Tribunal Contencioso que los tres días que les dieron de aviso no es tiempo suficiente para retirarse de la ruta.
Yo no puedo levantar ventanas como antes. No puedo subirme y hacer limpieza. Yo le pido al Tránsito que revise los papeles y que el Tránsito los tenga en orden, pero ahora escuché que ellos, la empresa Alfaro, no nos quiere dar nada”, dijo doña Jovita.
Esta vecina de Alajuelita y con familiares en Santa Cruz fue una de las víctimas que quedaron al garete ante el incumplimiento de la empresa Alfaro con el cuadro mínimo de seguros que exige el CTP.
Ella no se explica cómo una jueza del Contencioso le da la razón a una empresa que ahora es indiferente a las súplicas de los heridos que quedaron sin protección del seguro.
La empresa Alfaro no ha indemnizado ni pagó ningún tipo de seguro además del obligatorio que se recoge con el marchamo, por lo que Jovita y los 27 heridos que iban en el bus de Alfaro la tarde de desastre de Cambronero, quedaron desprotegidos.
Lo mismo le pasó a las familias de los ocho fallecidos en ese desastre.
Sin embargo, para Jovita Bonilla este no es argumento de recibo, pues desde abril el CTP había dejado claro que la empresa Alfaro ya no operaría la ruta.
Lo que más le inquieta es que el servicio de buses siga tan precarizado como estaba al momento del derrumbe de Cabronero del año pasado, cuando los agarró una avalancha dentro de un bus de la empresa Alfaro que no tenía seguros.
Casi un año después, la empresa Alfaro sigue operando, a pesar de que ya el CTP determinó que una nueva empresa va a operar la ruta con buses nuevos y con seguros al día, sin embargo, el Tribunal Contencioso vuelve a ser usado por los abogados de la empresa para frenar la entrada en funciones del nuevo operador.
“Estoy muy mal de la pierna. Me da mucho ardor. El otro mes me van a volver a sacar placas, todo me está molestando y ellos no piensan hacer nada, no piensan darnos nada, yo ya casi soy una adulta mayor y no puedo trabajar en ningún lado, ¿quién me va a ayudar por la discapacidad con la que quedé en el brazo por el accidente de Alfaro? Nadie”, reclamó.
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