(RT, España, 11/09/2019)
Un exprofesor de gimnasia de un colegio de la ciudad de Málaga, en el sur de España, condenado a 271 años de prisión en 2005 por 13 violaciones y 11 intentos de agresión sexual cometidos entre 1997 y 2002, podría quedar en libertad.
El hombre, identificado como Juan Carlos G.R., que contaba con 28 años en el momento de la sentencia, está interno en la cárcel granadina de Albolote. El pasado 29 de agosto un juez le concedió el tercer grado, que le permitirá salir los fines de semana y una hora al día. Una vez el condenado disfrute de este nuevo régimen, lo que sucederá en menos de dos semanas, podrá solicitar la libertad condicional, puesto que cumple todos los requisitos legales para ello.
Tercer grado a pesar del informe desfavorable
Según informan los medios locales, el interno, que ingresó en prisión cuando fue detenido en el año 2002, logró el tercer grado tras interponer un recurso contra un informe desfavorable de la Junta de Tratamiento del penal, que le fue estimado por un juez de Granada, al cumplir todos los requisitos para su obtención, entre los que se encuentran el cumplimiento de al menos la mitad de la condena y la satisfacción de las responsabilidades civiles.
Instituciones Penitenciarias debe decidir ahora en qué Centro de Inserción Social (CIS) deberá Juan Carlos G.R. cumplir el resto de su condena bajo este nuevo régimen. Si toma la decisión este jueves, el violador podrá tener su primer fin de semana libre este 15 de septiembre, aunque la resolución podría demorarse una semana más.
Cumple los requisitos para la libertad condicional
De esta forma, quedaría bajo el control del centro que se le asigne hasta 2022, cuando se extinga la pena del preso, salvo que solicite y le sea concedida la libertad condicional. Para ello, se debe estar clasificado como recluso de tercer grado, haber cumplido tres cuartas partes de la pena impuesta y haber observado buena conducta en prisión. Tres requisitos que el prisionero podría cumplir.
Juan Carlos G.R. fue condenado en 2005 a 271 años de prisión de los que solo debe cumplir 20, según el Código Penal español vigente en el momento de su sentencia. Como ingresó en la cárcel en el momento de su detención (en 2002), en 2022 su pena estaría finiquitada, por lo que al llevar 17 años en prisión, ya ha cumplido más de las tres cuartas partes de su condena.
Si el informe sobre su acceso a la libertad condicional que elabore la Junta de tratamiento del CIS fuera negativo, el recluso podría presentar un recurso que sería dirimido por el juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que es el órgano que ya ha fallado a su favor en cuanto a la concesión del tercer grado.
Sin control
Una vez en libertad condicional no tendrá que cumplir con ningún requerimiento de la Justicia, salvo no volver a delinquir y no acercarse a ninguna de sus víctimas a menos de 2.000 metros durante 15 años. Por lo demás, podrá permanecer las 24 horas del día libre, sin obligación de acudir a ningún centro y sin ningún otro control, como podría ser el telemático a través de la pulsera.